Agencia de
Marca Empleadora

Mejorar la marca empleadora no es cuestión de semanas, sino de constancia. Es un proceso continuo que se construye en cada experiencia del colaborador, en cada conversación con un candidato, en cada historia que contamos como organización. Se pueden ver resultados a mediano plazo (6 a 12 meses), pero consolidarla de forma auténtica y sostenible es un trabajo a largo plazo. Lo importante es empezar, ser coherentes y escuchar a nuestra gente.

La Marca Empleadora es un concepto que se mide en datos, indicadores como el número y la calidad de postulaciones, la calificación en referentes como Indeed, Glassdoor, los porcentajes de rotación voluntaria e involuntaria, el engagement en redes sociales y las encuestas de clima o eNPS nos dan señales claras. Sin embargo, otra gran manera de medir, es a través de monitores externos tales como Great places to Work, Merco Talento, etc...

La marca empleadora es cómo nos perciben como empleadores: ¿quiero trabajar allí?, ¿me identifico con su propósito?, ¿cómo cuidan a su gente? ¿Como nos perciben las otras empresas? La reputación corporativa es más amplia: incluye lo que piensan de nuestra marca clientes, inversionistas, medios, sociedad en general. Ambas se alimentan mutuamente, pero la marca empleadora pone el foco en la experiencia del talento humano, en lo que pasa puertas adentro y en cómo eso se proyecta hacia afuera.

El registro en la plataforma no tiene ningún costo, es gratuito.

Escuchando, siendo coherentes y generando experiencias memorables en todo el ciclo de vida del empleado, desde la etapa de atracción, hasta el offboarding. Se construye desde adentro, con una propuesta de valor que refleje quiénes somos realmente como empleadores. Involucra cultura, liderazgo, comunicación, bienestar, atracción y desarrollo. Es conectar lo que prometemos con lo que vivimos, y luego contarlo con verdad y emoción. Porque al final, una marca empleadora potente se siente, no solo se dice.